Las diminutas cadenas de los hábitos son generalmente demasiado pequeñas para sentirlas hasta que llegan a ser demasiado fuertes para romperlas.
El que piensa con mayor amplitud que los demás necesitará emplear palabras de significado más vasto.
¡Oh, salud, salud! ¡Bendición del rico, riqueza del pobre! ¿Quién podría encontrar demasiado caro el precio por comprarte?