Es ingrato quien niega el beneficio recibido; ingrato quien lo disimula; más ingrato el que no lo restituye; pero de todos, el más ingrato es quien lo olvida.
Muchas cosas no nos atrevemos a emprenderlas no porque sean difíciles en sí, sino que son difíciles porque no nos atrevemos a emprenderlas.
Cuando un hombre no sabe hacia dónde navega, ningún viento le es favorable.
El no querer es la causa; el no poder, el pretexto.
Gran parte de la bondad consiste en querer ser bueno.
La recompensa de una buena acción es haberla hecho.
A algunos se les considera grandes porque también se cuenta el pedestal.