Los recuerdos tienen más poesía que las esperanzas; como las ruinas son mucho más poéticas que los planos de un edificio en proyecto.
Se vive en el recuerdo y por el recuerdo, y nuestra vida espiritual no es el esfuerzo de nuestro pasado por hacerse porvenir.
Memorias tristes de mi bien perdido / me siguen siempre, y me molestan tanto, / que deseo acabarlas en olvido.