El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es el único que nos compensa de no serlo.
Si quieres conocer el valor del dinero, anda y prueba a tomarlo en préstamo.
Si el dinero no te da la felicidad, devuélvelo.
No es preciso el dinero para enriquecer el alma.
Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el lujo.
El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso es ya otra cosa.
Para ganar la guerra se necesitan tres cosas: dinero, dinero y dinero.
La audacia es en los negocios lo primero, lo segundo y lo tercero.
Muchas veces compramos el dinero demasiado caro.
Cuando se trata de dinero todos son de la misma religión.
El dinero es mejor que la pobreza, aunque sólo sea por razones financieras.
Los hombres son cerdos que se alimentan de oro.
Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente.
Negocios hechos con diligencia, buenos negocios; negocios hechos con apresuramiento, malos negocios.
Nunca hizo al hombre rico el dinero, porque solamente le sirve para aumentar su codicia.
He aquí la regla de todo negocio: engaña a los demás, de lo contrario, te engañarán ellos.
El dinero no lo es todo, según dicen los que lo tienen.
Los demás hombres son dueños de su fortuna. El avaro es esclavo de la suya.
Un hombre tonto siempre será tonto. Un tonto rico será rico.
Más contraria es la fortuna al hombre que no le deja gozar lo que tiene, que al que le niega lo que le pide.