La audacia en los negocios, lo primero, lo segundo y lo tercero.
El hombre sabio, incluso cuando calla, dice más que el necio cuando habla.
Los abogados, como el pan, son mejores jóvenes y nuevos; y los médicos, como el vino, cuando son viejos.
El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado.
La acción es el fruto del propio conocimiento.
La acción es el fruto propio del conocimiento.
Quien premia la adulación, la solicita.
Hay tres cosas que es indiscreto manifestar: el ingenio en presencia de todos, la riqueza delante de los pobres y la alegría frente a los que lloran.
El amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.
Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor se escapa saltando por la ventana.
La ausencia aviva el amor, la presencia lo fortalece.
Quien se ama a sí mismo ama a un hombre malvado.
La riqueza ha creado más avaros que la avaricia de hombres ricos.
Cambiar de cama cura la fiebre.
La cólera que llega a contemplar dos amaneceres es insostenible.
Cuanto más grande es el hombre, más grande es el crimen.
El número de malhechores no autoriza el crimen.
No le dediques mucho tiempo al deporte, porque mientras refresca al hombre preocupado, hace preocupar al hombre fresco.
La desesperación infunde valor al cobarde.
El que consigue dinero antes que saber, pronto perderá el primero para adquirir el segundo.
