Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo. Salvar las circunstancias, las apariencias, los fenómenos. Es decir, buscar el sentido de lo que nos rodea.
Aunque las circunstancias influyan mucho sobre nuestro carácter, la voluntad puede modificar en nuestro favor las circunstancias.