Las preguntas nunca son indirectas. Las respuestas a veces sí.
No hay presagios. El destino no manda heraldos. Es harto sabio o cruel para hacerlo.
La fuerza bruta aun puede tolerarse, pero la razón bruta de ningún modo.
El alma es una terrible realidad; puede ser comprada, vendida y cambiada, puede uno envenenarla o hacerla perfecta.
Para cuantos conocen la historia, la desobediencia es la virtud original del hombre. Mediante la desobediencia se ha realizado el progreso; con la desobediencia y la rebelión.
El único medio que tiene una mujer para reformar a un hombre es fastidiarle de tal modo que le haga perder todo interés por la vida.
Todo retrato pintado compresivamente es un retrato del artista, no del modelo. El modelo es puramente el accidente, la ocasión.
Más veces descubrimos nuestra sabiduría con nuestros disparates que con nuestra ilustración.
Que hablen de uno, es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.
El remedio para liberarse de una tentación: sucumbir a ella. Si resistís, vuestra alma enfermará de deseo.
Se puede resistir a todo, menos a la tentación.
El que acierta a ver los dos aspectos de la cuestión es que no ve nada.
En el arte no existe eso que se llama verdad universal. La verdad, en el arte, es aquella cuya contradicción es igualmente verdadera.
Si uno no dice la verdad, tarde o temprano será descubierto.
Nuca viajo sin mi diario. Uno debe tener algo sensacional para leer en el tren.
