Cuando a la mujer le aborrece lo que algún tiempo le agradó, es mucho peor que si siempre lo hubiese aborrecido.
Y no tengáis a locura / que os descubra mi dolor, / porque la llama de amor / hablando de ella es cura.
Son los celos cierto temor / tan delgado y tan sutil, / que si no fuera tan vil, / pudiera llamarse amor.