Prefiero contraer el hábito de hablar tan prudentemente como se escribe, que escribir tan veloz como se habla.
Habla poquísimo de ti, poco de los otros, mucho de las cosas.
Una de las señales de medio ingenio es estar siempre contando alguna cosa.
La primera virtud es la de frenar la lengua, y es casi un dios quien, teniendo razón, sabe callarse.
Todos los días aumento la lista de las cosas de las que no hablo larga.
Sé lento con la lengua y rápido con el ojo.
El mejor uso que se les puede dar a las palabras es callarse.
La gente más callada es, de ordinario, la que mejor piensa de sí misma.
Unos gustan decir lo que saben; otros, lo que piensan.
Nadie habla con certeza sino el que calla de buena gana.
Frecuentemente logramos que se nos comprenda mejor hablando menos.
Hablar significa enjuiciar; callar significa haber enjuiciado.
Si rey fuera, instituyera / cátedras para enseñar / a callar.
De la abundancia del corazón habla la boca.
Que por callar / a nadie se hizo proceso.
Quien guarda su boca, guarda su alma.
En este mundo, cuando alguien tiene algo que decir, la dificultad no está en conseguir que lo diga, sino en impedir que lo repita a menudo.
Tanto habla uno que se contradice.
Muchas palabras nunca indican mucha sabiduría.