Que es una gran verdad veo, / aunque tarde se conoce, / que más aun que en el goce / está el goce en el deseo.
Desear con ímpetu es casi poseer, pudiera decirse que un deseo impetuoso es tanto como la posesión sin sufrimiento y sin hastío.
Las causas más deseadas no se examinan y si se examinan, nunca será en el tiempo y en las circunstancias en que nos hubieran causado placer.
A los que mucho desean, más les falta; es más feliz aquel a quien Dios dio pocas cosas y las considera bastantes.
Siempre nos parece que el mayor bien es el que nos falta; si logramos alcanzarlo, suspiraríamos por otro bien con el mismo ardor.