Entre los hombres de igual inteligencia, el de mejor instrucción será superior al otro.
La instrucción hace al hombre bueno y peor al malo.
Procurando instruir a los hombres es como puede practicarse la virtud general que comprende el amor a todos.
Aquel que no ha sido iniciado en la sabiduría, mal puede instruir a los otros amigos.
La instrucción en los grandes Estados será, cuando más, mediocre, por la misma razón que grandes cocinas se hace todo medianamente.
Procura instruirte mientras vivas; no creas que la vejez traiga consigo la razón.
Instruido es aquel que posee lo que necesita para desenvolver su actividad propia. Lo restante no sirve de nada.