No te des prisa en adquirir nuevos amigos, ni en dejar los que tengas.
No des a tus amigos los consejos más agradables, sino los más ventajosos.
Aprende a gobernarte a ti mismo antes de gobernar a los otros.
El tiempo hace surgir nuevos escollos, cuya existencia nunca creímos posible; no hay que considerar segura la victoria hasta que el combate no haya tocado a su fin.
Procura instruirte mientras vivas; no creas que la vejez traiga consigo la razón.
Los dioses no han hecho más que dos cosas perfectas: la mujer y la rosa.
Hace falta saber obedecer para saber mandar.
A menudo el odio se disfraza con una careta sonriente y la lengua se expresa en tono amistoso, mientras el corazón está lleno de hiel.
La probidad es más fiel que los juramentos.