Hemos sido llamados al concierto de este mundo para tocar de la mejor manera posible nuestro instrumento.
Una vez soñamos los dos que no nos conocíamos. Y nos despertamos a ver si era verdad que nos amábamos.
Si yo perdiera mi fe en ti, me moriría. Yo sé, amor mío, que las nubes sólo duran un momento y que el sol es para todos los días.