La vida es incompatible con la conciencia, pues apenas hay una conciencia y enseguida se comprende que nacer es maldición y vivir es pecado.
No es posible crear una publicación de verdad independiente en un mundo oprimido en todos los órdenes.
El goce es estéril, el sufrimiento es fecundo, porque obliga a ser grave y a luchar y descubrir el poder.