El alma es un elemento sutil extendido por todo el cuerpo, próximo a un hálito de flama, participando a la vez del aire y del fuego.
El sabio conoce que la amistad que funda en el interés; es una tierra que se siembra para recíproca utilidad.
No es insaciable el estómago, como la mayoría opina, sino la falsa opinión acerca de su ilimitada voracidad.
A todos los deseos hemos de hacerlos la siguiente pregunta: ¿qué me ocurrirá si se cumple lo que busca mi deseo? Y ¿qué si no se cumple?
Mejor que entristecer el presente deseando lo que no tenemos, consideremos lo que ya tenemos y que figuraba ayer entre lo que deseábamos.
Es verdad que hay dioses, pero lo que la multitud cree de ellos no es cierto, pues lo que la multitud cree cambia con el tiempo.
Todo dolor es despreciable pues el que conlleva un intenso sufrimiento dura breve tiempo y el que se detiene mucho en el cuerpo, causa una débil fatiga.
A nadie ha de envidiarse, pues los buenos no son dignos de ello y los malvados, cuanto más esperan, mucho más se corrompen a sí mismos.