La inspiración es trabajo, trabajo y trabajo.
Sólo los sinvergüenzas están seguros de su éxito. Por eso lo tienen.
En la declaración de los derechos del hombre se olvidaron de incluir el derecho a contradecirse.
Al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo.
Para no ser esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaos sin cesar! Con vino, poesía o virtud a vuestra guisa.
Lo que no es ligeramente deforme presenta un aspecto inservible. La irregularidad, lo inesperado, la sorpresa, lo asombroso, constituye una parte esencial y característica de la belleza.
Dios es el único ser que para reinar no tuvo siquiera necesidad de existir.