No me extrañaría de que hubiera algún hombre honrado oculto en cualquier rincón, y a quien nadie conociese.
En las grandes cosas los hombres se muestran como les conviene mostrarse. En las pequeñas, como son.
No he visto en el mundo sino comidas sin digestiones, cenas sin placeres, conversaciones sin confianza, relaciones sin amistad y amancebamientos sin amores.