No hay idea en la mente que no tiene a convertirse en poder y que no organice los medios para su realización.
Nunca cruza por la mente de los necios la manera como están encadenados el mérito y la fortuna; si no la tendrían los sabios.
Las grandes mentes tienen propósitos en la vida; las otras sólo tienen deseos. Las mentes reducidas se encuentran subyugadas, mientras que las generosas logran hasta superar el infortunio.