Naturalmente sería ingenuo pensar que los hombres no pueden estar nunca a gusto con su suerte; siempre el mundo se dividirá entre una porción de optimistas y otra de pesimistas.
¿Quién tiene razón? En un ejército, para encontrar la razón a esta pregunta, se cuentan los galones y las estrellas de quienes hablan.
El sufrimiento despierta al espíritu y el infortunio es el camino a la sensibilidad. El corazón crece en la congoja.
El sufrimiento despierta el espíritu, el infortunio es el camino de la sensibilidad y el corazón crece en la congoja.