No podemos saber si lo que llamamos saber es, en verdad, saber y lo que llamamos no saber es, en verdad, saber.
Saber lo que todo mundo sabe es tanto como no saber nada.
Porque sé demasiadas cosas, y por mi poder, nadie osa contradecirme; pero lo que aumenta el saber, aumenta el dolor, y por eso soy tan desgraciado.
Mejor es saber poco con humildad y poco entender, que grandes tesoros de la ciencia con vano entendimiento.
Todo lo que sabemos es infinitamente menos que lo que ignoramos.
Un hombre no puede saberlo todo, pero cada cual ha de tener alguna cosa que conoce a conciencia.
Enorgullecerse de saber es como cegarse con la luz.
Nunca pienses que lo sabes todo. Por muy alto que te valores, ten siempre el coraje de decirte a ti mismo: Soy un ignorante.
¡Ésta es mi amargura! Ojalá supiera un poco más, o muchísimo menos.
Hasta el saber cansa, cuando es el saber por oficio.
Saber mucho no siempre es un bien y muchas veces es un mal.
Muchos estudian para saber más y vivir bien, por eso yerran muchas veces y poco o ningún fruto logran.
Todo el mundo desea saber, pero nadie quiere pagar el precio.
Hace falta mucho para poder ocultar que nada se sabe.
Vale más saber algo acerca de todo que saberlo todo acerca de una sola cosa.
La única cosa que sé, es que no sé nada; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.
El saber purifica el cuerpo; el que busca la ciencia se eleva; todos los instintos de quien sabe purifican y el alma de que se eleva, se regocija. Es mejor no saber nada que saber mucho a medias.
Es en nosotros mismos donde debemos buscar lo que aún no sabemos, porque nunca nos ha venido nada de otro mundo.
No soy bastante joven para saberlo todo.
