Para llegar al amor es preciso dar muerte a muchos amores.
De las aberraciones sexuales, la más singular es la castidad.
El ocio es la más grade y bella conquista del hombre.
Seguimos esperando hasta cuando desesperamos.
Son tan necios los hombres que, por el hecho de poner algo nuevo a una cosa vieja, creen haber concebido una cosa nueva.
La mayoría de los hombres difaman a las mujeres difamando a una sola.
Las ideas muy sencillas sólo están al alcance de mentes complicadas.
Los hombres son tan estúpidos que dando un nombre nuevo a una cosa vieja creen haber concebido algo nuevo.
El saber comienza donde principia lo que los demás ignoran. La verdadera ciencia, de igual modo, está más allá de la ciencia.
Saber lo que todo mundo sabe es tanto como no saber nada.