Si quieres triunfar en el mundo, no necesitas ser mucho más listo que la gente, sólo ir un día por delante.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.
No existe en el mundo un asunto sin interés. Lo único que puede existir es una persona que no se interese.
El que es diestro en el siniestro / es en el derecho zurdo, / pues no hay nada más absurdo / que este pobre mundo nuestro.
En resumidas cuentas, en este mundo, cada cual consigue lo que merece. Pero sólo quienes tienen éxito lo reconocen.
Vivimos en una época tal de individualismo, que ya no se habla nunca de discípulos; se habla de ladrones.
Muchos de los problemas con los que hoy se enfrenta el mundo son el resultado final de medidas a corto plazo adoptadas en el siglo pasado.
El mundo ha conseguido la brillantez sin conciencia. El nuestro es un mundo de gigantes nucleares y niños éticos.
Ésta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo que no deja de resultar irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno.