El mundo ha conseguido la brillantez sin conciencia. El nuestro es un mundo de gigantes nucleares y niños éticos.
Si quieres triunfar en el mundo, no necesitas ser mucho más listo que la gente, sólo ir un día por delante.
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que detestamos con objeto de ganar dinero para comprar cosas que no necesitamos e impresionar a personas que no nos caen bien.