Las grandes mentes tienen propósitos en la vida; las otras sólo tienen deseos. Las mentes reducidas se encuentran subyugadas, mientras que las generosas logran hasta superar el infortunio.
No hay idea en la mente que no tiene a convertirse en poder y que no organice los medios para su realización.
La más alta función de la mente es la de mensajera.
Una mente sana en un cuerpo sano.
Nunca cruza por la mente de los necios la manera como están encadenados el mérito y la fortuna; si no la tendrían los sabios.
Las ideas son las más poderosas armas de los hombres; sin ellas, el hombre se reduce a bestia.
Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo.