La audacia es en los negocios lo primero, lo segundo y lo tercero.
Los mayores males vienen muchas veces del exceso de los mayores bienes.
El que no sabe refrenar su lengua, tampoco sabe hablar.
La instrucción hace al hombre bueno y peor al malo.
La audacia en los negocios es lo primero, lo segundo y lo tercero.
En las cuestiones dudosas el valor puede lograr mucho; en las desesperadas, la paciencia.
Una hora de dolor es tan larga como un día de placer.
La riqueza se consigue con dolor, se conserva con preocupación y se pierde con pesadumbre.
Las situaciones no deben cortarse, sino desatarse.
El conocimiento teórico es un tesoro cuya llave es su práctica.
Los vicios se aprenden sin maestro.