Si vemos dentro de nosotros mismos, nos persuadiremos de que las faltas que nunca fueron castigadas son las que más nos dañan.
Las faltas grandes pueden parecer pequeñas en el hombre, pero en la mujer las pequeñas parecen grandes.
Dejad que el tiempo resuelva nuestras dudas y dolores, es mejor que tratar de cortarlas impacientemente.