Hace falta saber obedecer para saber mandar.
Únicamente la obediencia tiene derecho al mando.
Es muy difícil someter a la obediencia a aquel que no busca mandar.
La obediencia es la más recomendable virtud para cuando no se puede mandar.
La obediencia es el abatimiento de un hombre ante una función, no de un hombre a otro.
Que el saber obedecer es la más perfecta ciencia.
No hayobedecer. ¡Desgraciado el que reclama obediencia cuando no es debida! ¡Desdichado el que la desoye cuando lo es!