En resumen, lo que menos fatiga es el trabajo.
Siendo más desgraciados es como aprendemos a veces a serlo menos.
En el fondo, en la vida no hay más que lo que en ella metemos.
Los años no hacen personas sabias; solamente las hacen viejas.
El arrepentimiento es el remordimiento aceptado.
El arrepentimiento no es el remordimiento aceptado.
Adquirimos en proporción de lo que poseemos.
Corramos más allá de los deberes señalados y quedémonos más acá de los placeres permitidos.
En los matrimonios apellidados de conveniencia, la primera desgracia de los esposos suele ser precisamente el no convenirse.
Nunca se perdona bastante, pero se olvida demasiado.
Los viajes constituyen la parte frívola en la vida de las personas serias y la parte seria de los seres frívolos.