Bienaventurado tú de cuantos viven en el haz de la tierra, pues sin tener envidia ni ser envidiado duermes con sosegado espíritu.
Todo el mundo se agita con el fin de conseguir más tarde el reposo, pero hay hombres tan perezosos que ya se instalan en el reposo desde el principio.
Nadie puede alcanzar a la vez una gran celebridad y un gran sosiego.
Quítale la venda al amor y restableceréis el sosiego en el mundo.
El sosiego y la serenidad son los medios más seguros con que lograr la mejor condición para estudiar y aprender.