Sufrimos más a medida que amamos. La suma de los dolores posibles para cada alma es proporcional a su grado de perfección.
Hace falta más valor para sufrir que para morir.
Han sufrido en la medida en que se entregaron al dolor.
A nadie le acontece cosa alguna que sea, por naturaleza, capaz de soportar.
La capacidad de sufrir crea sufrimiento.
Pero, ¿es tan grave sufrir? Llego a dudar de ello.
Quien mucho sufre, mucho aprende.