Para el espíritu, como para el cuerpo, el que limita la acción menoscaba la energía.
El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas.
El que discurre con pocas ideas es fácilmente avasallado por una.
El hombre aislado se siente débil, y lo es.
El hombre que se levanta es aun más grande que el que no ha caído.
Las defensas innecesarias se convierten en ataques injustos.
Si la honradez no fuese un deber, debería ser un cálculo.
Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican.
La caridad es un deber; la elección de la forma, un derecho.
Cuando la culpa es de todos, no es de nadie.
En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo lo que no haríamos por deber.
El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.
La educación de las mujeres, hasta aquí podría llamarse sin mucha violencia: arte de perder el tiempo.
Las fuerzas que se asocian para el bien, no se suman, se multiplican.
Que es difícil, te lo juro, ser puro como el arroyo y grande como el río.
Mientras triunfe la ignorancia y trocadas las ideas, la libertad de hacer mal, llamada libertad sea.
Los niños son como quieren que sean aquellos que los aman; es un don de la naturaleza que pierden al crecer.
No creemos que un niño es un ángel, la original imperfección nos parece evidente.
El hombre que se levanta aún es más grande que el que no ha caído.
La música es una voz que halla ecos en todas las almas y parece también un eco de todas las voces.