La madurez del hombre es haber recobrado la seriedad con que jugamos cuando éramos niños.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
La juventud no se atreve a mirarse en el espejo de la conciencia cuando se inclina del lado de la justicia, mientras que la edad madura ya se ha visto en él; ésa es la diferencia entre ambas fases de la vida.
El amor a la popularidad acomete a algunos hombres en la edad madura y es tan peligroso como cualquiera otra de las climatéricas pasiones.