Apresurarse demasiado a corresponder un favor constituye una especie de ingratitud.
La gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás
La gratitud es crimen cuando ataja el camino a la justicia.
La gratitud nos hace felices porque son raras las ocasiones es que se nos hace visible.
El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.
Quien reciba el beneficio con gratitud, ya ha devuelto la primera paga.
La gratitud en la mayoría de los hombres, refleja sólo la esperanza secreta de obtener mayores favores.