Lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; al que piensa con pureza, la felicidad le sigue como sombra y nunca lo abandona.
Quien piensa poco se equivoca mucho.
La naturaleza humana tiene la condición de pensar acertadamente y de conducirse de manera absurda.
¿Quién es capaz de pensar algo estúpido o prudente que en tiempos pretéritos no haya sido pensado?
Nada hay en el intelecto que no haya estado antes en los sentidos.
La vida es una comedia para los que piensan, y una tragedia para los que sienten.
No hay que dejar nunca de obrar ni de pensar como si lo desconocido pudiera ser conocido, aunque sepamos que es infinito y que está fuera de nuestro alcance.