De todos los malos epítetos que pueden darse a la Luna, quizá no haya otro más infeliz, que éste de redonda.
Ombligo del firmamento; ondina de las estelas; hada de las infinito; lámpara de alcanfor sobre un catafalco; postigo de los eclipses; candela de las fobias; suspiráculo de las novias; pan ázimo de los necios...