Arte propio no quiere decir arte cerrado. Que se busque la expresión ajena, si es buena y bella, pero que la expresión ajena no impida, inhiba o frustre la propia.
El arte rompe la ley cósmica, implica su primera excepción, su contingencia de lo humano, es otra ley de la existencia.
El arte es, para mí, la expresión de un pensamiento a través de una emoción o, en otros términos, de una verdad general a través de una mentira particular.
Hay que impedir que el arte sea asunto, no de los creadores, sino de burócratas, oportunistas, mediocres y adulones.