El jefe debería ser aquel que supera a los demás en virtudes, habilidad y saber; quien emplease el poder supremo sin tener en cuenta la comodidad o la utilidad propia. El poder público corresponde al hombre capaz de hacer que prevalezcan las leyes comunes de la sociedad, es decir, la justicia, la razón y la verdad.
El hombre que en la obra de ingenio o de valor no persigue sino superar a otro hombre, no tiene noción de belleza ni de honestidad.
Lo más grande en este mundo, según cierto filósofo, es un buen hombre que lucha contra su suerte, pero todavía hay quien lo supera y es el que intenta socorrerlo.
El pintor que no duda, poco alcanza. Cuando la obra supera al juicio del que la produce, éste logra escasos resultados. Y cuando el genio supera la obra, ésta nunca cesa de mejorar, si la ambición no lo impide.