El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños.
Pasado y porvenir gobiernan el mayor número de nuestros dolores y son infinitamente largos.
El porvenir pertenece a los innovadores
Miramos muy bien gustosos al porvenir, porque con mucho gusto pondríamos a nuestro favor, mediante secretos deseos, los dudosos que flotan en su seno.
El pasado es el mejor espejo en el que se refleja el porvenir.
Cada cual es su propia parca e hila su porvenir.
No hay que aferrarse de tal manera al presente que descuidemos por completo el porvenir.