Rezar es poner en contacto por medio del pensamiento, el infinito de abajo con el infinito de arriba.
Ciertos pensamientos son oraciones. Hay momentos en que cualquiera que sea la actitud del cuerpo, el alma está de rodillas.
La pers everancia es al valor lo que la rueda a la palanca; es la renovación perpetua del punto de apoyo.
La pobreza, inmediatamente, pone al desnudo la vida material y la hace aborrecible, de ahí el ímpetu indecible en pos de la vida ideal.
El verdadero gobierno es aquel a quien no ofende el aumento de luz y a quien no atemoriza el engrandecimiento del pueblo.
A los hombres que son bastante insensatos para decir: La humanidad no marchará, responde Dios con la tierra que tiembla.