La riqueza se consigue con dolor, se conserva con preocupación y se pierde con pesadumbre.
¡A cuántos no hemos visto en estos últimos tiempos, pobres de la noche a la mañana por haberse enriquecido demasiado aprisa!
El hombre que sin excesivos trabajos ha logrado amasar grandes riquezas puede parecer sabio a los ojos del vulgo ignorante.