Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso.
El hombre perdona algunas veces el aborrecimiento, pero jamás el menosprecio.
No hay riqueza tan segura como un amigo seguro.
Sé lento en adquirir amistades, pero sé constante en retenerlas una vez admitidas.
No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella.
Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia.
No hay en la vida que mayor destrucción traiga que tener dañado el juicio de manera que no pueda estimar las cosas en su verdadera y justa dimensión.
Nadie cree que hace mal si los demás no juzgan que lo hace.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.
La primera condición para la paz es la voluntad para lograrla.