El ofensor nunca perdona.
Dios provee a cada pájaro con alimento, pero no se lo hecha en el nido.
No todo resbalón significa una caída.
Siéntate en tu puesto y nadie te hará levantar.
Haz todo bien y con rectitud, no importa que el mundo se desmorone.
Tened calma al discutir pues la violencia convierte el error en falta y la verdad en descortesía.
Nunca nos conoceremos hasta que una gran riqueza o una total pobreza se nos presente.
Confiar en todo es necedad, desconfiar es locura, pero desconfiar de sí mismo es el primer paso de la sabiduría.
El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
Tened calma al discutir, pues la violencia convierte el error en falta y la verdad en descortesía.