Lo mejor para el sabio es no parecerlo.
No es sabio el que sabe muchas cosas, sino el que sabe cosas útiles.
El que no es envidiado no es admirado.
El que es capaz de cualquier cosa, fácilmente es arrastrado a creer que puede atreverse a todo.
Es verdad que los dioses dependen de la derrota; mas también es común que ciudad tomada, los dioses la abandonan.
Las desdichas humanas tienen matices múltiples; nunca se vuelven a encontrar el mismo matiz de dolor.
Es bueno aprender a ser juicioso en la escuela del dolor.
La mejor salud tiene un límite: la enfermedad le anda rondando siempre.
Quien no es envidiado no es digno de serlo.
Un estado próspero honra a los dioses.
Pocos hombres tienen fuerza de saber suficiente para regocijarse del éxito de sus amigos sin un poco de envidia.
No considero nada vergonzoso honrar a los hermanos.
La moderación es el bien supremo.
Zeus concede el triunfo a los moderados.
La violencia acostumbra a engendrar violencia.