El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas.
Para el espíritu, como para el cuerpo, el que limita la acción menoscaba la energía.
El que discurre con pocas ideas es fácilmente avasallado por una.
El hombre aislado se siente débil, y lo es.
El hombre que se levanta es aun más grande que el que no ha caído.
Las defensas innecesarias se convierten en ataques injustos.
Si la honradez no fuese un deber, debería ser un cálculo.