El primer deber del hombre es vencer el miedo. Sin haberse liberado de él no es posible hacer nada.
Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
No ha aprendido la lección de la vida aquel que no vence un temor cada día.
El hombre más peligroso es aquel que tiene miedo.
¡Qué de sombras finge el miedo!
Si alguien comete maldades gratuitas es un hombre acosado por el miedo y que trata de confortarse probando de su fusil.
Como la animosidad pone la vida en peligro, el miedo es una causa de seguridad.