En Latinoamérica hay un hormigueo de mendigod...Pero en condiciones tan atroces vive el poder de la creación.
La facultad de crear nunca se nos otorga por sí misma. Llega a la par con el don de observación.para hallar en torno de él, en la cosa más corriente y humilde, elementos que vale la pena advertir.
Mientras sea creador —por bajo que sea el nivel de su creación—, un hombre puede considerarse verdaderamente libre.