Sólo se estima al hombre que se estima a sí mismo; sólo se respeta al hombre que se respeta a sí mismo.
Prefiero estimar cosas que no puedo poseer a poseer cosas que no puedo estimar.
Donde se aprende a estimar y a ser útil a la humanidad es en el campo; en las ciudades se aprende a despreciarla.
Ser veraz en el hablar y fiel en las promesas es la base para el crédito y la estimulación de los hombres.
Demasiada estimación y demasiado aprecio a sí mismo son igualmente absurdos.
La estimación es una flor; una vez pisoteada o ajada, no vuelve a recobrarse nunca.
No aventuréis nunca vuestra estimación demasiado lejos y ateneos al justo medio según conviene.