No hay nadie que viva preocupado por el dinero como los ricos, si se exceptúa a los pobres.
No puedo perder el tiempo en ganar dinero.
La magnitud de las cantidades del dinero parece variar en modo notable hayan de ser pagadas o cobradas.
No hay leyes posibles contra el dinero.
El dinero no reporta ninguna satisfacción cuando hay que trabajar para ganarlo; puesto que trabajando para conseguirlo no queda tiempo para gastarlo.
El que consigue dinero antes que saber, pronto perderá el primero para adquirir el segundo.
Lo más odioso del dinero es que hasta talento confiere y seguirá confiriéndolo hasta el fin del mundo.