No consiste la felicidad en la alegrÃa, ni en la lasciva, ni en la risa, ni en la burla, compañera de la ligereza, sino que reside muchas veces en la triste firmeza y constancia.
Mucha es la ligereza humana que cada dÃa echa los cimientos de una nueva vida y concibe nuevas esperanzas aun a las puertas de la muerte.