Los vastos conocimientos engendran grandes dudas. La duda es el principio de la sabiduría.
La duda es un demonio benefactor.
Todo lo ignora quien nada duda.
Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano.
La duda en el amor acaba por hacer dudar de todo.
La fe se mantiene resolviendo dudas y volviendo a resolver las que dé la resolución de las anteriores.
Dejar que el tiempo resuelva dudas y dolores, es mejor que tratar de cortarlas impacientemente.